Grullas sobrevolando un paisaje entre niebla


Una obra maestra del pintor Shuseki Okutani.


Basado en una obra original del famoso artista con doble caja para guardarlo,  la primera lacada y la segunda interior de magnolio sin lacar ni barnizar para mantener la humedad correcta. Firmado y sellado en las cajas y en el propio Kakemono. Datado en el primer tercio del siglo pasado. Seguramente en periodo Taisho.


La barra interior es de alcanfor lo que deja en el conjunto el agradable y característico olor a la vez que protege de la polilla otra característica que denota la cuidadosa y extrema calidad de esta pieza, los extremos son de marfil marino antiguo de calidad con finas vetas, algo reservado por lo general a los mejores kakemonos. 


Shuseki Okutani nació en Osaka en el año 1871 viviendo en Kyoto la mayor parte de su carrera, murió en 1936. De familia de artistas y fundador de su propia escuela, junto con Yamamoto Shunkyo fue discípulo de Mori Kansai. Como todos los pintores de la escuela Mori las pinturas de Shuseki Okutani son notables por su naturalismo, logrando especialmente este artista captar la esencia de la naturaleza que plasmó en sus obras con reconocida maestría. En vida ganó numerosos premios y como indicamos fundó su propia escuela de arte.


Bellísimo Kakemono confeccionado según las técnicas de impresión  habituales, con una composición que representa unos grupos de grullas volando sobre un paisaje de otoño parcialmente cubierto por la niebla dominado por una luna llena, nótese el soberbio dominio de las sombras que conforman e insinúan la niebla muy al estilo tradicional de la pintura japonesa y el color, que está aplicado en tonos cálidos destacando el rojizo de unas ramas de arce.


Obra realizada con bellos tonos y hermosa composición sobre seda con montura de seda, brocado y papel. Los extremos de la barra de enrollar han adquirido la patina amarillo cremosa propia del material cuando es de calidad.  


Medidas de la seda pintada: 119,5x42,5cm. Altura aproximada del kakemono extendido 198 cm.
Alguna señal del tiempo en la montura, la seda y por supuesto en las cajas, sobre todo lógicamente la exterior, pero muy buen estado general,  las sedas han tomado ese tono que les caracteriza con los años, en este caso muy ligeramente pero otorga un perfecto y muy peculiar empaque al conjunto que combina perfectamente con las tonalidades de la pintura y es de extraordinaria belleza. Excelente conservación, no hay signos de que el Kakemono haya sido expuesto, parece haber estado siempre guardado en su doble caja.


Es complicado reflejar en fotografía la calidad de la obra, pídame más fotos detalladas.

 

 

Ref.:j164

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