Bombarda española, por su empleo y eficacia podría compárasela más a una balista romana que a una pieza de artillería o a cualquier arma de fuego  en el  sentido moderno.
Bombarda de bronce, por su pequeño tamaño puede considerársela una bombardilla o bombarda ligera que fueron verdaderas piezas de campaña, se montabas en un afuste compuesto por un travesaño en el  que iba directamente encajada y atada la pieza en su extremo más ancho  que a su vez estaba unida en ese mismo extremo a otra pieza de madera  vertical sobre un eje que partía de una plataforma y sujetaba a su vez el otro extremo del travesaño mediante una pieza curva con diversos puntos de sujeción lo que permitía apuntar por alza en altura, mientras que la puntería lateral se obtenía simplemente desplazando todo el afuste.
Estas piezas se usaban como verdaderas precursoras del cañón de campaña por el escaso valor de sus disparos contra fortificaciones que sin embargo era muy eficaz contra formaciones de enemigos en campo abierto, sobre todo por su efecto psicológico.  La presente pieza es una bombarda de bronce con aros de refuerzo fundidos a la misma y un gran calibre que indica que estaba pensada para usar con proyectiles de piedra, está datada en la primera mitad del siglo XV. Piezas como esta se usaron en las guerras contra los moros, como en la batalla de Higueruela.
Medidas aprox. 9,6 x 9 cm.

Precio: 550 Euros.